CUENTO DE KARINA GÓMEZ
EL GRÚFALO
Érese una vez un ratón salió de paseo por un bosque cerrado.
Un zorro vio al ratón y le
pareció un buen bocado.
-¿A dónde vas, pequeño ratón? Le preguntó el zorro.
-Si te parece, ven a mi casa y comeremos junto le dijo el zorro.
-Muchas gracias, zorro pero no tengo tiempo le dijo el ratón.
-He quedado de comer con el grúfalo en este momento.
-
¿Un grúfalo preguntó el ratón? Ya me dirás cómo son esos bichos.
-Un grúfalo es un grúfalo, le dijo el ratón al zorro.
-No me digas que no lo has visto? le preguntó el ratón al zorro.
-Tiene unos horrorosos colmillos, unas garras como punta de cuchillo y unos dientes
terribles y amarrillos.
-¿Y te vas a encontrar con él? preguntó el zorro?
-Sí, le respondió el ratón, lo esperaré en esta piedra sentado.
-Por cierto, su comida favorita es el zorro asado le dijo el ratón.
-¡El zorro asado! Exclamó el zorro.
-Me voy antes de que venga, le dijo el zorro.
-Y salió a esconderse en su cueva.
-¡Que zorro más tonto! ¡Se lo ha creído! exclamó el ratón.
-No sabe que el grúfalo es solo un invento mío, dijo el ratón.
El ratón siguió caminando por el bosque cerrado.
-Un búho lo vio y le pareció un buen bocado.
-¿A dónde vas pequeño ratón? Le preguntó el búho.
-Vivo en este árbol, ven a mi casa y merendaremos juntos
-Qué amable eres, búho, le respondió el ratón, pero déjalo para otro día.
-He quedado de comer con el grúfalo; si llego tarde, se enfadaría.
-¿El grúfalo? ¿Cómo es? ¿Qué aspecto tiene? Le preguntó el búho.
-Le respondió el ratón, el grúfalo es un bicho es poco repelente.
-Tiene colmillos terribles, garras terribles, mandíbulas terribles y rodillas nudosas y una
verruga venenosa en la punta de la nariz.
-¿Y has quedado de comer con él? Le preguntó el búho.
-Sí, precisamente al lado de este río, le respondió el ratón, por cierto el helado de búho es
su plato favorito.
- ¡El helado de búho! Exclamó el búho, tengo mucha prisa Adiós ratoncito, hasta pronto.
-¡Que búho más tonto! ¡Se lo ha creído! Exclamó el ratón, no sabe que el grúfalo es un
invento mío.
-El ratón continuó paseando por el bosque cerrado.
-Una serpiente vio al ratón y le pareció un buen bocado.
-¿A dónde vas pequeño ratón? Le preguntó la serpiente, He preparado la cena.
Si te parece
cenaremos juntos.
-Muchas gracias, serpiente. ¡Eres tan buena! Le dijo el ratón, pero he quedado de cenar con
el grúfalo.
-¿El grúfalo? ¿Cómo es el grúfalo, no lo sé? Le preguntó la serpiente.
- Pues un grúfalo es un grúfalo, le respondió el ratón, te lo diré, sus ojos son grandes como
dos naranjas; su lengua es negra y muy alargada y tiene el lomo lleno de espinas moradas.
-¿Has quedado de comer con él? le preguntó la serpiente.
-Sí, precisamente aquí en el lago en su orilla, respondió el ratón, por cierto su comida
favorita es serpiente en tortilla.
-¡Serpiente en tortilla! Exclamó la serpiente, rápido tengo que esconderme, Adiós, ratoncito.
Me
alegro de verte.
-¡Qué serpiente más tonta! ¡Se lo ha creído! Exclamó el ratón, no sabe que el grúfalo es solo un
invento mío.
-¡Ehhh! Pero ¿Quién es es bicho monstruoso, con esas garras y colmillos horrorosos? preguntó el
ratón ¡Qué dientes más horribles! ¡Qué rodillas más asquerosas! ¡Qué desparramados los dedos
espantosos! ¡Qué verruga en la nariz más venenosa! Sus ojos son más grandes que dos naranjas;
su lengua es una lengua negra y muy alargada y tiene el lomo lleno de espinas moradas.
-¡Socorro! ¡Socorro es un grúfalo! Exclamó el ratoncito.
-¡Mi comida favorita! exclamó el grúfalo.
-¡Qué suerte! bien me vas a saber, sobre un trozo de pan crujiente.
-¡Tu comida favorita! Exclamó el ratón, no me digas eso, en el bosque todos me tienen respeto,
sígueme y verás que no te miento.
-De acuerdo dijo el grúfalo, échate a andar, ve tú adelante, que yo iré detrás, le dijo el grúfalo.
El grúfalo lo seguía, y anduvieron mucho, hasta que escucharon unos susurros.
-¡Anda! ¡Pero si es la serpiente! Exclamó el ratón, pero al ver al grúfalo la serpiente exclamó
-¡Ooh! Dios mio! Exclamó la serpiente, Adiós pequeño ratón y se deslizó hacia los troncos y se
fue.
-¿Has visto? dijo el ratón, como se ha ido la malvada.
-Desde luego dijo el grúfalo, parecía muy asustada.
-Y siguieron por el bosque, hasta que el grúfalo dijo:
-Oigo el aullido de un pájaro entre los pinos.
-Es un búho, dijo el ratón ¡Hola búho!
-El búho hecho un vistazo al grúfalo.
-tengo prisa dijo el búho, Adiós ratoncito y volando se fue hasta la punta del pino.
-¿Has visto -dijo el ratón- que tan pronto se ha marchado?
-Visto y no visto- dijo el grúfalo - se ha ido volando.
Y siguieron volando hasta que le grúfalo dijo:
-Oigo pasos que se acercan por este camino.
-¡Es un zorro! Exclamó el ratón.
¡Hola zorro! El zorro, al verlos, sintió un miedo espantoso.
-Me voy enseguida dijo el zorro, que una visita me espera.
Y se fue a esconder a su madriguera.
-¿Has visto grúfalo, cómo me temen todos?
-Pues tengo un hambre de mil demonios.
-Noto que el estómago comienza a rugir y el pastel de grúfalo me gusta.
-¡Pastel de grúfalo! Exclamó aquél bicho, y salió corriendo despavorido.
-De repente, muy tranquilo en el bosque quedó.
-¡Una nuez! Exclamó el ratón.
¡Y menudo banquete con ella se dio!.
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